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El Parador de Ketama

 No elegimos dónde nacemos. Nos nacen.  El baile de la vida  nos hace danzar compases admirables y en otras ocasiones no  entendemos qué música está sonando.¡ Pero qué bello es ser aceptado para formar parte de la vida de una buena persona!.  Sentadas frente a frente. Aspirando el aroma del café preparado con esmero de una forma muy especial -que queda para nosotras, y que me dibuja una fresca sonrisa-, al abrigo de una chimenea y por pared la naturaleza viva a través de un cristal de dimensiones magníficas.  Hablando horas y horas del Parador de Ketama, de las montañas del Rif, de los viajes a Melilla, Tetuán o Tánger, del día de su Puesta de Largo, de las personas que le han ido aportando Amor a su vida, de su hijo.  Cerrar los ojos mientras su discurso te hace sentir  entregada  al olor de hierba mojada por la lluvia bajo las pisadas de caballos, el ir y venir de los huéspedes del parador, el brillo de sus ojos al evocar todos estos recuerdos, casi podías imaginar a esa niña escondi

Nuevos caminos

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  Hay momentos en la vida que, de alguna forma, nos empujan a tomar decisiones. Decisiones donde la balanza imaginaria actúa de forma muy sabía. Otras circunstancias, por otro lado, han sido tan anheladas que, cuando llega ese día, nuestros poros emanan la alegría que tanto tiempo habíamos alimentado. Las hojas del calendario han sido arrancadas muy rápido unas veces y otras han ido cayendo solas con su parsimonia inamovible. En el caso de haber finalizado la etapa de tu vida laboral, la satisfacción de saber que tu esfuerzo ha valido la pena, bien merece acunar un "nuevo reinventarse".  Reinventarse con la familia, los hijos, los amig@s. Pero en primer lugar con un@ mism@.  Caminar inspirando la fuerza que te impulsa a levantar la pierna para marcar el paso de tus sentidos. Expirar cuando desciendes a la nueva realidad que recién estrenas.  Tus ojos parece que observan como nuevos los rincones de tus andares.  Las flores  emanan su perfume de forma más intensa. Los " bu

Desahucios

 Este tipo de actividad se está convirtiendo en una notícia más en el cúmulo de despropósitos que oímos cada día.  Lectura rápida en los informativos y después los deportes o la sección de meteorología. A quién le importa que detrás de un desahucio se encuentre truncada la vida de una familia tradicional, monoparental o de ancianos que esperaban un final sosegado para los años de su vida que les quedaba en su calendario. Padres o madres que se han quedado sin recursos para hacer frente a la hipoteca o el alquiler por muy exiguo que esté fuera. ¿Qué puede pasar por la mente de un adolescente que, en vez de salir con sus amigos , tenga que empaquetar sus cosas sin saber dónde va a vivir? El niño o la niña que, de no ser por la angustia evidente de sus progenitores, lo tomaría por un simple cambio de casa. Distintas visiones de una misma realidad. Los ancianos. Toda su vida borrada en unos segundos y pensando que mejor sería tener una muerte digna que pasar por ese trance. Me pregunto si

Primer mundo

 Nunca me ha convencido este término. Implica supremacía sobre el denominado tercer mundo. ¿Donde queda el segundo? Mientras existan convicciones, como por ejemplo, "no comer para no engordar", o bien " necesariamente tengo que renovar armario cada temporada", y muchas de este tipo.  En contraposición a las personas de los campos de refugiados, a los habitantes de Cuba -como estos días, que no tienen qué comer, o no pueden obtener medicinas para sus enfermos. Me parece muy injusta la mal llamada globalización. No banalicemos sobre los problemas del globo terrestre. Mejor girar nuestros ojos a derecha o izquierda. Sentir las pisadas de los que van por delante y ofrecer la mano a los que van quedando atrás. Me emociona observar que se le hace un homenaje a un perro que permaneció al lado de su amo hasta después de la muerte de éste. Eso se llama fidelidad. ¿Cúal es tu fidelidad? ¿Qué aportas a tu sentido de la vida? ¿ Se mueve algo en tu corazón ante los más desvalido

Ruedas de molino

 Vida cíclica que arrebate sinsabores. Ruedas de molino. De tío vivo. De autos con direcciones encontradas. Ruedas de vida. Al fin y al cabo tod@s estamos dando vueltas en nuestro ciclo.  Niñ@s que juegan inocentes sin miedo a caerse, rasgarse las rodillas como premio de héroes de la calle sin asfaltar. Valientes luciendo sus heridas y sus madres tras ellos para desinfectar los. Niños con juguetes de última generación y otros con una cuerda de maroma arrastrando cajas de madera astillosas: ¡paso al vagón de tren! ¡Viajeros, han llegado a su destino! Y las ruedas de molino no han dejado de rodar...

Mañanas inciertas

  Mañanas inciertas Amanece. El día se presenta bonito. Hay que optar por encender el aparato de radio u obviar el noticiero. La música. ¿Pero qué pasa en el mundo? En el mío. En el tuyo. En el de áfrica. En el de los americanos. Infinitos mundos. Cuando alguien rie, alguien sufre. Es el yin y el yan. Y sí, todo funciona. Cuando pensamos en un caos, éste es necesario aunque no seamos conscientes de ello. Da igual. Somos un punto diminuto del universo. Importante e insignificante. Es la vida la que tiene voz en el cosmos.