Si fueras gaviota


 ¿Y si fueras gaviota?

Te has planteado cómo reaccionaría una gaviota ante los acontecimientos extremos que está viviendo una parte de la humanidad en su vida diaria?

Tenemos la de Juan Salvador Gaviota, pero la dejamos aparcada un rato.

 Me refiero a las que sobreviven buscando comida en vertederos. Las que acompañan a los barcos cuando acaban de faenar, mendigando los peces que deshechan por la borda. Aquellas que en la playa buscan y rebuscan las bolsas de comida que "se pierden" en la arena y no llegan hasta los contenedores de basura. A las que confunden unas chanclas con un manjar y se te llevan volando el zapato. Aquellas que dormitan para no gastar energía en su vuelo. 

Son bonitas, pero son carroñeras, en algunos lugares se han convertido en una "plaga".

 Su hábitat en zonas costeras se ha desplazado lejos del mar. Buscan incansablemente un refugio. Protegen a sus crías por encima de todo. Su llanto se asemeja al de un bebé. Pero no lo es. Es una gaviota.

Y los humanos, ¿ Cómo se comportan ante la adversidad? ¿No buscan también la comida incluso en contenedores de basura?Aquellos que no disponen de recursos económicos deben ingeniárselas para abastecer a la familia, ya sea el padre o la madre quien busque el alimento diario. Sus hijos tienen que comer aunque ellos no prueben bocado. Se les desgarra el corazón y no quieren oír llanto por hambre. 

Y deben seguir luchando, igual que las gaviotas volando.

Así que, cuando  te sobrevuele una gaviota, y deje caer algo blanquito y aromático sobre tu cabeza o tu ropa inmaculada. Ya sabes, al igual que muchos, están  sobreviviendo.






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