Chano y la quiniela. Parte I

 


Cuando Chano era pequeño, hace de eso bastantes años, no tendría más de cinco, rellenó su parte de la quiniela de fútbol. Era costumbre que, tanto mis tíos como él, se encargara cada uno de una columna. Así me lo relató y quiero compartirlo con ustedes:

Los domingos traían consigo un aliciente para Chano: la espera de los resultados. No había muchas distracciones como ahora. Sobre todo los chicos, eran muy futboleros. Cromos, barajas de futbolistas que se intercambiaban cuando los tenían repetidos... Esas cosas.

Ese día iba contando los aciertos: uno, dos, diez, ¡madre mía! ¡qué locura es esta! Cuando llegué a trece los ojos se me abrieron cual puerta de grandes almacenes el primer día de rebajas sin covid19. ¡El aparato de radio estaba confabulado con la magia de mi suerte!  Quedaba sólo un partido. ¡Oh no! éste tardaría en salir. Mi imaginación empezó a dibujar situaciones magníficas porque iba para rico. 

Acababan de anunciar que el último resultado saldría sobre las doce de la noche porque se jugaba en Canarias y yo tenía que acostarme para ir el lunes a clase. Ni logré convencer a mi madre para que me dejara trasnochar, ni pegué ojo, por supuesto. Si acertaba el último tendría un pleno de catorce.

Mis buenos días fueron:¿cómo quedó el partido Las Palmas-Levante?–Ganó Las Palmas, ¿por qué lo preguntas?–dijo mi padre

–¡Porque he acertado trece resultados! Podrían haber sido catorce, pero el Levante me ha levantado el pleno.

–¡Pero Chano, trece resultados es muy bueno!–dijo mi madre. Y le hizo un gesto con la cabeza a mi padre.

La buena nueva nos alegró a todos, pero no me salvó de ir al colegio. En cambio  mi talante era de alegría porque mi padre me prometió que al volver a casa iríamos al banco. Pensé que el hecho de abrirme una libreta e ingresar el dinero era porque se trataba de algo importante. Yo no era consciente del valor del dinero, pero para aquellos años debió ser mucho. Siempre confiaba en que mi padre sabía lo que se tendría que hacer.

Intenté por todos los medios no ir al colegio a regañadientes. Mis tretas no me sirvieron porque si les decía que me dolía la cabeza o era dolor de barriga luego no podría ir al banco. No me llegaban los pies al suelo. Las horas no pasaban. La campana del colegio no acababa de anunciar el final de la  jornada matinal. En el patio me hice el interesante, no quedó nadie que me envidiara por mi buena suerte,  y casi me hacen la ola. Todo era pedirme consejos o fórmulas para que mis amigos acertaran con tan buen ojo sus quinielas. Que si había utilizado alguna fórmula, que si en alguna otra ocasión había acertado tanto, que si patatín, que si patatán.

–Pues ahora vendrá mi padre e iremos al banco. Me ha tocado tanto dinero que no lo podemos tener en casa y me va a abrir una cuenta en la mejor caja de ahorros del pueblo (es la única que había ,pero yo no conocía otra)–todo eso encima de un altillo del patio y  los compañeros con la boca abierta.

Mi padre me esperaba en la puerta del colegio. Del abrazo que le di casi caemos los dos.

–Papá, papá, ¿has traído la quiniela?

–Claro, Chano y ahora vamos a depositarla al banco.

Mi primo iba contando y me lo imaginaba siendo retaquito de niño como si fuera un gran líder dando el mitin de su vida ganándose a los electores. ¿Y cómo fue ese momento?–le pregunté con curiosidad

–Mira, quedamos otro día y te lo acabo de contar. Ahora tengo un poco de prisa.

–Pero Chano ¿me vas a dejar así?

Y así me dejó. Esperaremos el final de la historia. Eso si, me prometió que valía la pena. Menos mal que hemos quedado dentro de unas tres semanas. Me guiñó un ojo y dijo que no me podía imaginar lo que ocurrió. ¿Qué creen que pasó cuando llegó al banco?




Comentarios

  1. La avaricia rompe el saco, y la fama cae por su propio peso

    ResponderEliminar
  2. No tiene importancia, lo que más valor tiene es el proceso ó tiempo desde que hace la quiniela a cuando sabe que ha acertado 13. Esa emoción, ilusión, vibración, alegría... le durará toda la vida.

    ResponderEliminar
  3. Mecatxis.. ens has deixat amb la mel a ls boca… 😅

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Primer mundo

El Parador de Ketama

Bokketo