Para todas ellas

 




Un día cualquiera de una semana como otras. Nos cruzamos en la plaza del pueblo. Yo iba con prisas e hice un saludo general, casi al aire. Pensé –¡qué barbaridad ni me he parado a cruzar unas palabras con ella después de tanto tiempo!– De esas cosas que le das una vueltita a la cabeza, te giras y ya no la ves.

Es algo que me ha llamado la atención y no sé muy bien. Siento necesidad de hablarle. La fortuna vuelve a cruzarnos  delante de la panadería. Hay cola, pide la vez y yo soy la última.

—¡Buenos días! disculpa no haberte saludado antes, pero iba pensando en lo que tenía que comprar

—¡Cuánta gente! Mi marido me espera en casa. Se pone muy nervioso si tardo en volver. Le gusta estar en mi compañía.

Me quedo perpleja. Nunca me había dicho nada ni lo hubiera sospechado. Ni siquiera me ha contestado. Encerrada en su bucle. Mirada triste. Apagada. La cara sin luz. Las comisuras de los labios caídas así como sus ojos. Cavernosos. Temerosos. Su cuerpo comprando el pan y su cabeza intentado ir lo más rápido posible porque no sabe qué le dirá cuando llegue a casa. Prisionera de su propia vida. Y no es joven. No hay edad para este tipo de celdas.

¿Cuántas mujeres estarán ocultando sus miedos? 

Una persona triste esconde una vida totalmente diferente a la que te está mostrando. Puede ser por varios motivos, pero hoy nos estamos centrando en la violencia de género.

 Tal vez que te la encuentres por las mañanas en el rellano de tu escalera. Dando un paseo a primera hora de la mañana con la mirada perdida. En el centro de salud porque tiene la tensión alta o  padece ansiedad. Otras veces te sorprende verla con jerseys de cuello alto en primavera. Mirando el reloj cada vez que sale de casa. O bajando la vista cuando se cruza contigo para evitar preguntas que tienen respuestas incómodas para quien las escucha y desgarradoras para quien no las puede pronunciar.

Tenemos que ser la voz de todas ellas. Contamos con recursos para protegerlas: llamada al 016, servicios sociales, centro mujer 24h, colectivos y asociaciones que trabajan para salvaguardar los derechos de las mujeres.

Miremos a los ojos y ante cualquier sospecha seamos una llamada de esperanza.

Os invito a conocer al Col.lectiu 8 de març i Dones. En face book y en su página web: http://donesmariola.org/

Un colectivo que está trabajando por los derechos de las mujeres desde el año 1985.

En la presentación de su página web incluyen una cita de May Hadweh en la que, uno de los párrafos dice " Porque el empoderamiento de las mujeres es un proceso colectivo. No se empoderan solamente las mujeres y luego las dejas ascender, sino que se ha de empoderar a la sociedad entera. Porque al final, las mujeres se relacionan con toda la sociedad"



Comentarios

  1. Me gustaría,aunque creo que es muy difícil,que tuviesen el valor de denunciar a la más minina intención.
    Sería tanto mejor para ellas y al mismo tiempo que saliesen a la luz los maltratadores
    No estais solas

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  2. Abramos un abanico de más posibilidades, hablemos de mediación, de sentirnos tribu, de acompañamiento...

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  3. Con tu escrito haces un recordatorio de las mujeres que están oprimida y bajo el poder de sus parejas.
    Creo que efectivamente en nuestra cotidianidad estas situaciones se producen muy cerca de nosotros.

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