Hablar
A veces el cielo tiene ganas de hablar, pero no lo escuchamos.
Cerramos los ojos cuando deslumbra su luz, o lo desvirtuamos detrás de unas gafas de sol.
Y cuando ofrece sus gotas de agua nos preservamos debajo de un paraguas.
Así transcurre todo en la vida. Dejamos de sentir el presente por miedo a ser dañados por alguna razón inexistente.
Es curioso, el mundo, la vida el firmamento ,SON, no sé porqué, queremos cambiarlo, sí es perfecto.
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